domingo, 21 de febrero de 2016

Smoking Stones

Sala Bikini, Barcelona

2016-02-20 - Smoking Stones - Bikini - Barcelona


En mi, prácticamente recién descubierta, senda de los grupos tributo me encuentro con un nombre hace casi un mes que nunca había oído antes: Smoking Stones. Fue fácil intuir a quién rendían tributo y, después de haber visto dos veces en mi vida a los auténticos, no podía faltar. 

A las 21:45 llego a una sala que mi memoria había convertido en bastante más grande después de muchos años sin visitarla. En el escenario un grupo que no aparecía anunciado ni en la web ni en las entradas se despedían de una sala aún medio vacía. "Trampled Under Foot" de Led Zeppelin y otros clásicos amenizaron la espera hasta unos quince minutos pasados de las 22:00 cuando las luces se apagaron y apareció la banda esperando a que una camisa de lentejuelas saltara al escenario serpenteante con los acordes de Start Me Up. 

Desde el primer acorde junto con ese "if you start me up..." de Sergio hasta la despedida con Satisfaction casi dos horas después, sobre el escenario se sucedió un despliegue de talento de estos músicos indudablemente motivado por su devoción a los Stones. Cerrando los ojos, y casi sin cerrarlos viendo a Sergio corretear por un escenario que se le quedaba pequeño, regresé a una épica tarde de amenazante tormenta en San Mamés en 2003 y a una noche en el estadio olímpico de Barcelona en 2007. Había algo de extraño y familiar en vivir esta experiencia en una sala tan pequeña. Como si fuera posible viajar en el tiempo a los principios de los Stones en salas de este tipo de aforo. 

"Portem 20 anys fent aixo", dijo Sergio en algún momento, en esa divertida fusión de frases en catalán intercaladas con "oh yeahs" y "all rights" a un impecable estilo Jagger. La música tanto si la vives, la sientes o si trabajas en ella es algo que necesita formar parte de ti y ser tan imprescindible como el oxígeno. Cuando una banda lleva tantos años guiada por ese motor simplemente se percibe en cada nota y, en este caso, con el añadido de la admiración conjunta hacia un pilar fundamental en la historia de la música. 

Se sucedieron éxito tras éxito acompañados de algunas versiones y otros clásicos menos conocidos que aparecen a continuación con un orden totalmente aproximado y con la probabilidad de olvidarme alguna: 

Start Me Up
It's Only Rock 'N Roll
You Got Me Rocking
Let's Spend The Night Together
Shine A Light
Dead Flowers
Angie
Paint It Black
Just My Imagination (Temptations)
Come On (?) (Chuck Berry)
Wild Horses
Tumbling Dice
Happy
Like a Rolling Stone (Bob Dylan)
Honky Tonky Women
Brown Sugar
Gimme Shelter
Jumpin' Jack Flash
Sympathy For The Devil
Satisfaction

Todo eso acompañado por un sonido impecable e incontestable unido a la ilusión acústica y óptica de tener a Mick Jagger a escasos metros que creaba la voz de Sergio junto con un conocido repertorio de poses. En este aspecto destacaría la naturalidad de las poses y la actitud Jagger. De alguna manera es como si simplemente la música de los Stones filtrada a través de su energía se tradujera en un Jagger totalmente natural. En ningún momento resultaba un actor con poses ensayadas sino un reflejo de la sensación y la energía de los Rolling Stones y, especialmente, de Mick Jagger. "Nuestro francés adorado" tal y como presentó Sergio al Keith Richards de la noche no se quedó atrás en su interpretación de Happy. 

En otro orden de cosas me esperaba un público bastante más volcado. Desde mi perspectiva frente a la mesa de mezclas se apreciaba un sector a la derecha y otro por la parte delantera que estaban tan emocionados como yo. Sin embargo un porcentaje de la sala no parecía estar sintiendo lo mismo. Supongo que es una sensación subjetiva. 

Posdata: Padres del mundo que decidís llevar a vuestros hijos pequeños a conciertos y que, seguramente no los expondríais horas al sol sin crema, por favor, llevadlos con algún tipo de protección para sus oídos. Gracias. 

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